Nº de Personas: 4
Ingredientes:
Ingredientes:
- 2 tomates de ensalada
- 1 manojo de albahaca de hoja grande
- Aceite de oliva virgen extra
- 2 bolas de mozzarella de búfala
- Flor de sal
Preparación:
Escaldar los tomates y pelar; retirar el corazón y picar en dados, dejar macerar en un cuenco con aceite y en frío unos minutos. Secar bien la mozzarella de su suero y cortarla. Colocar las hojas de albahaca fresca en un recipiente con agua y hielo para que se pongan tersas y brillantes. Montar la ensalada. Colocar el tomate y encima la mozarrella, un poco de albahaca picada y algunas hojas enteras. Salsear con el aceite de la maceración y un poco de flor de sal.
Otra manera de montar el plato
Colocar el tomate en rodajas y en abanico, combinando con hojas de albahaca y la mozzarella en láminas. Espolvorear con orégano o aliñar el queso y el tomate con un pesto de albahaca.
Variante suave
Mezclar tomates secos en aceite con tomates frescos y añadir las hojas de albahaca fritas.
Variante templada, con permiso de los ciudadanos de Capri
Colocar un fondo de tomate en rodajas, la mozzarella, el orégano y el aceite, y meter al horno unos minutos; después, añadir la albahaca.
Historia de esta ensalada:
La ensalada caprese proviene de la isla de Capri, lugar mítico situado enfrente de Nápoles, donde se creó esta sabrosa e inigualable combinación, y es uno de los símbolos gastronómicos de Italia, no sólo por lo sabrosa que resulta, sino porque los italianos hacen alarde de ella por su juego de colores: verde, blanco y rojo, los mismos que su bandera. Por cierto, que el diseño de la enseña italiana tiene su origen en Napoleón.
Fue él quien entregó un estandarte con esos colores a un cuerpo de voluntarios de la Legión Lombarda integrado en el ejército francés. Corría el año de 1796. Francesco Dall’Ongaro, poeta y dramaturgo del siglo XIX, definió de la siguiente manera la simbología de los colores de la bandera: 'Blanco como los Alpes, rojo como los volcanes y verde como las llanuras de Lombardía'.
/hola
Escaldar los tomates y pelar; retirar el corazón y picar en dados, dejar macerar en un cuenco con aceite y en frío unos minutos. Secar bien la mozzarella de su suero y cortarla. Colocar las hojas de albahaca fresca en un recipiente con agua y hielo para que se pongan tersas y brillantes. Montar la ensalada. Colocar el tomate y encima la mozarrella, un poco de albahaca picada y algunas hojas enteras. Salsear con el aceite de la maceración y un poco de flor de sal.
Otra manera de montar el plato
Colocar el tomate en rodajas y en abanico, combinando con hojas de albahaca y la mozzarella en láminas. Espolvorear con orégano o aliñar el queso y el tomate con un pesto de albahaca.
Variante suave
Mezclar tomates secos en aceite con tomates frescos y añadir las hojas de albahaca fritas.
Variante templada, con permiso de los ciudadanos de Capri
Colocar un fondo de tomate en rodajas, la mozzarella, el orégano y el aceite, y meter al horno unos minutos; después, añadir la albahaca.
Historia de esta ensalada:
La ensalada caprese proviene de la isla de Capri, lugar mítico situado enfrente de Nápoles, donde se creó esta sabrosa e inigualable combinación, y es uno de los símbolos gastronómicos de Italia, no sólo por lo sabrosa que resulta, sino porque los italianos hacen alarde de ella por su juego de colores: verde, blanco y rojo, los mismos que su bandera. Por cierto, que el diseño de la enseña italiana tiene su origen en Napoleón.
Fue él quien entregó un estandarte con esos colores a un cuerpo de voluntarios de la Legión Lombarda integrado en el ejército francés. Corría el año de 1796. Francesco Dall’Ongaro, poeta y dramaturgo del siglo XIX, definió de la siguiente manera la simbología de los colores de la bandera: 'Blanco como los Alpes, rojo como los volcanes y verde como las llanuras de Lombardía'.
/hola
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