28 sept 2012

Niños celíacos: síntomas para reconocerlos

Niños celíacos: síntomas para reconocerlos. La celiaquía es una de las enfermedades que más se han acrecentado en los últimos años, de hecho lo ha hecho en un 400% en las últimas cuatro décadas. Algunas de las personas que lo padecen no tienen realizado un diagnóstico correcto o aún no conocen el porqué de su malestar. Para el caso de los niños, es importante que tengamos en cuenta una serie de factores importantes para conocer qué problema es el que tiene nuestro hijo y ver su intolerancia hacia ciertos alimentos. Conoce un poco más sobre este problema y las cuestiones necesarias para reconocerlo.

La celiaquía es una de las enfermedades intestinales crónicas más comunes. Además el crecimiento de esta enfermedad durante los últimos 10 años se ha disparado de manera alarmante.

Según la Federación de Asociaciones de Celíacos en España (FACE), uno de cada 300 nacidos vivos en España podrá padecer la enfermedad.

¿En qué consiste la celiaquía?

La celiaquía es la intolerancia permanente al glúten. Es decir, intolerancia a una de las proteínas presentes en la harina de trigo, cebada, avena, malta y centeno.

Esta intolerancia daña el intestino delgado. El glúten, que es insoluble en agua, produce una lesión progresiva de las vellosidades del intestino que se encargan de absorber las proteínas, grasas, vitaminas, sales minerales e hidratos de carbono de los alimentos para pasarlos a la sangre. El mal estado de estas vellosidades supone que estos nutrientes no sean absorbidos de la forma en que deberían serlo y por ello, aquella persona que lo padece puede sufrir malnutrición o no tener en concordancia los niveles aptos de los elementos presentes en su organismo.

¿Quién puede sufrir de celiaquía?


Esta enfermedad no distingue entre hombres y mujeres o raza, ya que cualquier persona puede verse afectado por ello.

Si bien es cierto, esta enfermedad puede ser hereditaria, y por lo tanto serán mucho más propensos a padecerlo aquellas personas cuyos progenitores la hayan padecido, así como personas afectadas con el síndrome de Down y aunque no se sepa muy bien el porqué, también afecta más a personas de raza blanca, aunque esto no indica que personas de otras razas no se puedan ver afectados por ello.

¿Cómo podemos presentir que nuestros hijos tienen la enfermedad?

Aunque varía mucho dependiendo de la persona, lo cierto es que muchos de ellos tienen síntomas en común. Algunos de estos síntomas son:
  • Pérdida de peso injustificada. Pese a que el niño tiene buen apetito, come de todo y realiza una vida normal, pierde peso.
  • Gases y cólicos intestinales. Los niños, sobre todo cuando son bebés tienden a tener cólicos de gases debido principalmente a la absorción de aire mientras toman el biberón, sin embargo en niños de más edad, que ya se alimentan por sí mismos, no es tan normal que ocurra.
  • Cansancio, debilidad y falta de energía.
  • Diarrea crónica o estreñimiento. Ninguno de los dos extremos es recomendable, y mucho menos cuando se tiene de forma crónica. Aunque son problemas que no solemos dar importancia, la tienen, y más de lo que la mayoría de las personas creen.
  • Dolores abdominales, en huesos y articulaciones.
  • Anemia. Es decir, mantener el hierro en sangre por debajo de los límites recomendables.
  • Problemas en los dientes, en el esmalte dental.
Si tu hijo tiene alguno de estos síntomas de manera constante, no lo dudes y sugiere a tu médico que le haga pruebas de celiaquía. Pese a que algunas de estas dolencias no suponen una afirmación rotunda sobre la enfermedad en el niño, no son problemas que debamos pasar por alto y más vale ir descartando posibles enfermedades.

/ellahoy

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