REFLEXIONES
No es fácil esa sencillez que tiene que provenir de la humildad. Y tendemos a equivocarnos cuando creemos que hemos superado las limitaciones, una de las cuales es precisamente la falta de sencillez. Como aquella que escucharon los apóstoles cuando Jesús les llamó la atención: "Dejen que los niños vengan a mi; no se lo impidan, porque de los que son como ellos es el Reino de Dios. Les aseguro que el que no reciba el reino de Dios como un niño, no entrará en él". Ante Dios está siempre la conducta del hombre, y nada se oculta a sus ojos.
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