PEQUEÑA FRASE
Un domingo estaban todos sentados a la mesa para cenar.
Había un gran silencio. De repente la pequeña Inés, de cinco años, comenzo a gritar:
¡Quiero pan!
Pero nadie reaccionó.
¡Quiero Pan! repitió la pequeña con más fuerza.
Entonces su mamá empezó a contar: "Había una vez un hermoso jardín. Detrás de un muro se podía ver bellas flores, agua de la fuente, y hermosas frutas. El jardín era maravilloso pero lamentablemente nadie podía entrar en él, porque el enorme portón estaba cerrado".
Algunos querían saltar el muro, pero en ese instante se hacia todavía mas alto. Algunos querían forzar el portón, pero no podían.
Cierto día apareció un pequeño niño y pronuncio solo una pequeña frase ¡por favor!.
Enseguida se abrió el portón y el niño pudo pasar"
Inés escuchaba con atención el cuento de su mamá y luego susurró:
"Mami, alcánzame pan, por favor"
"Sean fieles en las pequeñas cosas, porque en ellas radica nuestra fuerza."
(Madre Teresa de Calcuta).
Había un gran silencio. De repente la pequeña Inés, de cinco años, comenzo a gritar:
¡Quiero pan!
Pero nadie reaccionó.
¡Quiero Pan! repitió la pequeña con más fuerza.
Entonces su mamá empezó a contar: "Había una vez un hermoso jardín. Detrás de un muro se podía ver bellas flores, agua de la fuente, y hermosas frutas. El jardín era maravilloso pero lamentablemente nadie podía entrar en él, porque el enorme portón estaba cerrado".
Algunos querían saltar el muro, pero en ese instante se hacia todavía mas alto. Algunos querían forzar el portón, pero no podían.
Cierto día apareció un pequeño niño y pronuncio solo una pequeña frase ¡por favor!.
Enseguida se abrió el portón y el niño pudo pasar"
Inés escuchaba con atención el cuento de su mamá y luego susurró:
"Mami, alcánzame pan, por favor"
"Sean fieles en las pequeñas cosas, porque en ellas radica nuestra fuerza."
(Madre Teresa de Calcuta).
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