28 may 2009
EL SACACORCHOS, LA ALMADRABA Y EL MARTILLO
¿Qué tienen en común la Mona Lisa y el sacacorchos?
Autor: Enrique Martínez G.
La cultura de los múltiples pueblos que habitan nuestro planeta es muy variada en lo que a gastronomía se refiere, y sin embargo poco es lo se conoce de su historia.
Como ejemplo mencionaremos a Leonardo Da Vinci el gran genio italiano que en sus mocedades fue mesero de una taberna llamada “Los Tres Caracoles”, hecho que lo hizo apasionado de la cocina, al grado que algunos de sus aportes fueron: el sacacorchos, una rebanadora de pan, molino de pimienta, maquina para fabricar spaguetti llamada “Spago Mangiabile” (cordeles comestibles)... y para facilitar el comerlos, inventó el tenedor de tres dientes.
Su aprecio por la buena mesa llegó al grado que una parte de sus bienes los legó a su cocinera, Batista De Villanis. Una de sus obra más admiradas es la Ultima Cena, tema gastronómico-religioso que le llevó diez años concluir.
Y sobre su más conocida, la Mona Lisa, el artista japonés -originario de Kioto- Tadahiko Ogawa hizo una copia, pero el materia que usó fue... rebanadas de pan tostado.
El pan es un ingrediente sumamente utilizado en la cocina de todas las latitudes y se usa hasta la última migaja.
Por ejemplo, el pan duro se utiliza en la elaboración de la famosa “Sopa De Gato” que se elabora a base de pan duro frito en aceite de oliva, ajo, caldo, pimentón y cominos, existiendo una variante más nutritiva en la cual, además de los ingredientes descritos, se agregan cuadritos de jamón y al momento de servirse, a cada plato se le escalfa un huevo.
En la región de Galicia existe otra sopa conocida como “Sopa de Caballo Cansado” y que en su sencilla preparación sólo lleva pan, vino tinto, azúcar y granos de granada.
Otra receta en la que el pan es elemento primordial son las famosas “torrejas”, que consisten en rebanadas de pan duro remojadas en leche, para luego capearse con huevo, friéndose y agregando como punto final azúcar, canela y un chorrito de jerez.
Continuando con la misma ubicación geográfica, en las alquerías de Guadalajara, España, un platillo muy socorrido es el "Marmitón de andrajos", que se compone de frijoles pintos, ajos, falda de res, hierbabuena y sal.
En tanto, en las regiones cercanas a la costa el atún es muy apreciado en la cocina, pues fuera de ella llamar a alguien atún equivale a llamarle tonto o retrasado, pero volviendo a la cocina, una vez que el atún es sacado de la almadraba (trampa para pescar al atún y cuyo uso se remonta a la época fenicia) ess preparado con jitomate, cebolla, aceite de olivo y vino blanco, para después cocerlo en horno suave.
Los portugueses aun recuerdan el modelo de austeridad gastronómica que fue el rey Pedro II, quien reinó de 1648 a 1706 y como voto de humildad siempre comía solo y en el suelo.
Muy diferente a Luis XIV de Francia, quien debido a sus aficiones gastronómicas creó las “Chuletas Al Martirio”, platillo que consistía en asar a las brasas tres chuletas de cordero pero comiendo sólo la del medio, pues las externas, según este rey, sacrificaban su jugo y sabor para que la intermedia conservara un sabor único.
Por último mencionaremos la técnica de los pastores egipcios, que al carecer de leña en el desierto, para cocer un huevo lo depositaban en una larga tira de tela que movían rápidamente de un lado a otro, para que el efecto de la fricción termine por cocerlo.
/enplenitud.com
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