25 oct 2011

Una dieta a la medida de tus genes

Nutrigenética. Hoy, contar con una dieta basada en nuestro ADN ya es posible en Argentina. Una muestra de saliva es suficiente para predecir enfermedades hereditarias como el cáncer o las patologías cardíacas, armar un plan alimentario de acuerdo a la información genética de cada paciente y mejorar así la calidad de vida. Una alimentación a medida permite bajar de peso, controlar el colesterol, las enfermedades coronarias y la diabetes. En esta nota te contamos de qué se trata.

La empresa nacional Mygen envía una muestra de saliva de sus pacientes a los Estados Unidos, donde es analizada y, ya con los resultados, diseña un plan alimenticio para mejorar su calidad de vida y predecir enfermedades hereditarias.

Un alimento impacta sobre un gen, el cual, a su vez, tendrá una reacción frente a ese alimento. Así, de manera lineal, funciona el metabolismo. El cómo de ese proceso, sin embargo, varía de persona a persona, al punto de que existe una reacción metabólica distinta en cada organismo ante los alimentos. Con esta información como base, la ciencia avanza para determinar la dieta específica que debe seguir cada paciente de acuerdo a su exclusiva información genética, y la rama de la medicina que se ocupa de esto se llama nutrigenética. La buena noticia es que esta metodología ya se aplica en la Argentina: la empresa nacional Mygen envía una muestra de saliva de sus pacientes a los Estados Unidos, donde es analizada y, ya con los resultados, diseña un plan alimenticio para mejorar su calidad de vida y predecir enfermedades hereditarias. La doctora en Ciencias Biológicas Viviana Bernath, directora de Mygen junto a María Herrera, explica que “para realizar este estudio se necesitan plataformas genómicas, una tecnología que aún no está en la Argentina”.

En concreto, cada principio activo, es decir, todo aquello que uno incorpora a su cuerpo –sea alimento, ejercicio físico y demás factores ambientales–, impacta sobre los genes. En función de esto, se analizan ciento treinta marcadores genéticos que revelan, por ejemplo, cómo cada organismo maneja el colesterol, absorbe vitaminas y de qué formas responde a distintos tipos de ejercicio. Así lo explica el doctor Damián Rozenberg, especialista en medicina antienvejecimiento, y uno de los profesionales que trabaja con la empresa que realiza el estudio. Con estos planes se podría bajar de peso de manera personalizada o alguien diabético podría controlar su salud. Sin embargo, Rozenberg aclara que “si bien estas dietas basadas en el ADN de cada persona pueden traer beneficios estéticos para los pacientes, no se persigue este fin sino el de mejorar la calidad de vida y predecir enfermedades hereditarias”.

De acuerdo a datos mencionados por Rozenberg, el 80% de las enfermedades que hoy matan a la población –el cáncer, las patologías cardiovasculares y la diabetes–, pueden predecirse mediante un estudio genético. Pero aclara que “tener los genes de determinada enfermedad significa solamente el 25% de las posibilidades de que se manifieste, mientras que el otro 75% lo compone el estilo de vida”. Por eso, una vez obtenida la información acerca de la predisposición genética a una determinada enfermedad, la nutrigenética permite –mediante una dieta personalizada– intentar prevenir o postergar que la misma se dispare.

MISMA BASE, DISTINTOS ENFOQUES. En todos los casos debe ser un médico quien indique la realización de este estudio genético personalizado. Una vez obtenidos los resultados –demoran alrededor de cuarenta días–, y luego de ser analizados por el médico, quedan a disposición del paciente por el resto de su vida. Esto quiere decir que podrá presentarlos ante diferentes profesionales, que harán uso de ellos desde sus propias especialidades. La doctora Isabel Siman es una médica endocrinóloga que desde hace casi una década estudia genómica. Por primera vez, este año pudo aplicar en sus pacientes los estudios genéticos personalizados. “Dentro de la endocrinología, estos estudios son una herramienta muy válida, porque permiten a los médicos diseñar tratamientos para prevenir que se disparen aquellas enfermedades para las que el paciente tiene predisposición genética. Las enfermedades en las que me especializo –como diabetes, hipertensión, hígado graso y colesterol alto– dependen mucho de factores como la alimentación y la actitud del paciente”, asegura. Según explica esta especialista, las reacciones genéticas que revela este método no sólo están vinculadas a los alimentos, sino también a los medicamentos y al ejercicio físico. Así, una droga que habitualmente se recetaría a una persona con LDL alto (colesterol malo) puede no ser la adecuada según su constitución genética. El doctor Rozenberg lo resume así: “lo que es bueno para la mayoría, puede no serlo para uno. Con estos avances dejamos de ser intuitivos para ser específicos”. Lo mismo ocurre con la actividad física: “Todo el mundo sabe que hay que hacer gimnasia. Pero este estudio va a determinar qué tipo de ejercicio te hace mejor: si la elongación, la fuerza, la aeróbica o la resistencia”, indica Siman.

La nutrigenética también tiene aplicaciones en el caso del antienvejecimiento. “En realidad, envejecer es un hecho natural. Lo que se puede hacer desde la medicina es administrar este proceso por rutas metabólicas saludables. Si además de hacer un análisis de sangre e historia clínica, se puede realizar un examen genético, puedo actuar en consecuencia de toda esa información”. De esta manera, y teniendo en cuenta el constante aumento de la esperanza de vida, se pueden prevenir enfermedades que normalmente aparecen a edad avanzada y mejorar la calidad de vida durante la vejez mediante la dieta nutrigenética. Lo mismo ocurre en el campo del doctor Ricardo Rey, director médico del Instituto Cardiovascular de Buenos Aires: “enfermedades como la obesidad, que suelen desembocar en patologías cardiovasculares, pueden ser detectadas genéticamente y prevenirse desde un plan de alimentación hecho a medida”, explica Rey. Y la nutricionista Ana Jufe, agrega: “Si bien estar delgado es una cuestión estética, hoy en día se sabe que tener un índice de grasa corporal adecuado es fundamental para la salud, sobre todo en la medicina preventiva. Por eso, el estudio es aplicable para los que hoy son jóvenes y están en su peso, pero también es muy útil para los pacientes que ya están excedidos, para diseñarles una dieta que puedan sostener en el tiempo y evitar las recaídas”. Por otra parte, las dietas nutrigenéticas también buscan marcadores para conocer las predilecciones genéticas que pueda tener el paciente con respecto a lo dulce o lo amargo, comer entre horas o dificultad de sentirse saciados. De esta forma, se pueden diseñar dietas a gusto de los pacientes, y más fáciles de sostener en el tiempo.

LA MIRADA EN EL FUTURO. Cada vez más la ciencia incorpora a la genética y busca diagnósticos y tratamientos especializados. Según Rey, la nueva medicina, en lugar de enfocarse en poblaciones, estará orientada hacia el individuo. “En el consultorio atiendo a un paciente por vez, no a una población entera. Y la genética nos ayuda a apuntar cada vez mejor la mira”, observa. Rozenberg predice: “Este es el primer paso de lo que se viene: la medicina genómica personalizada. Este estudio en particular empezó en 2007, con mucha fuerza en España, luego en Europa, después se expandió a Estados Unidos y México y ahora ya lo podemos encargar desde Argentina. Se cree que en los próximos cinco años va a explotar, y va a llegar a ser un estudio tan corriente como la resonancia magnética”.

Si bien en este momento los costos de un estudio genético personalizado no son accesibles a toda la población, se espera que a largo plazo, como cada avance tecnológico, vaya reduciendo su precio e, incluso, en un futuro lejano, llegue a la salud pública. El valor del estudio es del US$ 1.500 (incluye primera y segunda consulta, toma de la muestra y análisis de resultados, y aún no tiene cobertura de obras sociales ni prepagas).

La empresa que hace el estudio, que entre otras tareas se encarga de la difusión y capacitación de profesionales para que incorporen la nutrigenética a sus prácticas, ya trabajó con alrededor de cuarenta médicos en el país, que de a poco empiezan a recetar los estudios.

parati.com

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