22 mar 2011

Qué es usted : ¿Vegetariano, lacteovegetariano, ovovegetariano, Vegano o macrobiótico?

Tendencia, estilo de vida, ecología, religión, cultura o filosofía son algunas de las razones que motivan a las personas a seguir las diferentes dietas vegetarianas.

El término “vegetariano” se comenzó a utilizar a mediados del siglo XIX. Sin embargo, la exclusión de la carne en ella se produjo en el siglo VI A.C., cuando Pitágoras argumentó la medida como respeto a la vida y camino para mejorar la salud.

Hoy son diferentes los grupos de vegetarianos que existen, por lo que se hace necesario saber sobre los beneficios o efectos adversos en la salud que implica seguir una dieta en base a vegetales.

“Es saludable consumir abundantes frutas, verduras y legumbres, se recomienda y promueve para disminuir el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares, cánceres, mejorar la digestión y el estado de salud en general”, indica Evelyn Muñoz, académica de la Escuela de Nutrición y Dietética de la universidad Andrés Bello.

Aclara la nutricionista, que excluir completamente de la dieta derivados animales no asegura inmediatamente una óptima y equilibrada alimentación y nutrición.

PARA ELEGIR

Justamente por la diversidad en este tipo de dietas, hay también diferentes tipos de seguidores:

Ovolacteovegetariano (OLV). Estos seguidores de la dieta vegetariana consumen además de los vegetales, huevos, y leche con sus derivados. “Esto permite que quienes siguen esta tendencia tienen un consumo variado y así cubren los requerimientos de todos los nutrientes”, indica la experta. Puede ser adoptada por niños, ancianos, embarazadas y nodrizas.

Dentro de este tipo existen dos subtipos: los lacteovegetarianos, y los ovovegetarianos. Los primeros son aquellos que sólo toman leche y sus derivados, pero no consumen huevo, mientras que los ovovegetarianos, sólo incluyen huevo, dejando fuera la leche y sus derivados.

Veganos (VE). Son los vegetarianos puros, que siguen de manera estricta la dieta vegetariana. Sólo aceptan la ingesta de alimentos vegetales y excluyen todo alimento animal o que suponga un proceso animal”, señala Muñoz. Por ello, excluyen de su dieta, la miel y todos los alimentos que dentro del proceso de elaboración se les haya añadido un ingrediente de origen animal o desconocido, como la caseína, derivado de la leche que se utiliza en la industria alimentaria.

DIETA MACROBIÓTICA


La dieta macrobiótica, se relaciona con la filosofía oriental y consiste en consumir alimentos frescos y producidos en la zona en que se habita, por lo tanto varía mucho según la ubicación geográfica de sus seguidores. Por su origen, incluye principalmente el arroz, algas marinas, raíces de loto y condimentos especiales. “No consideran dentro de su dieta los edulcorantes, frutas tropicales, tomates, papas, berenjenas y pimientos; aunque algunos consumen pequeñas porciones de pescado”, indica la nutricionista.

La mayoría de los vegetarianos siguen alguna de las dietas mencionadas, pero existen algunas tendencias que incorporan mayor restricción, “algunas no son aptas de seguir por el alto riesgo de déficit de uno o más nutrientes, lo que afectaría a corto o largo plazo la salud de quien las lleve a la práctica”, aclara la experta.

DIETAS RIESGOSAS


La dieta Frugívora. Sólo se puede consumir frutas y verduras. Son consideradas como frutas (tomates, berenjenas y pimientos, frutos secos y semillas). “Esta dieta no es recomendable especialmente en los niños, ya que es sumamente difícil que cubra los requerimientos nutricionales no sólo en ésta, sino que en cualquier etapa de la vida”, advierte.

La Crudívora. En ella se puede ingerir frutas, verduras, legumbres germinadas, semillas, frutos secos y cereales, pero siempre crudos. Quienes la siguen argumentan que este es el patrón alimentario original del ser humano y que con este régimen mantienen intactas las propiedades de los alimentos a consumir.

Sin embargo, la académica advierte que el problema surge porque la cocción no sólo destruye algunos nutrientes, sino que también muchos antinutrientes y facilita la digestión de los alimentos: “Esto la hace al igual que la dieta frugívora, irrealizable en infantes y otras etapas fisiológicas con posibles consecuencias nutricionales”.

La dieta Higienista. Permite los mismos alimentos consumidos crudos, pero evita ciertas combinaciones, como por ejemplo, aquellas que tengan un alimento rico en proteínas y otro con alto contenido de almidón, ya que no serían digeridos adecuadamente si se consumen en el mismo horario. Además, considera el consumo de frutas, pero alejadas de las otras comidas.

RIESGOS Y BENEFICIOS


La experta advierte, que “quienes decidan ser vegetarianos, independiente del tipo, tienen la responsabilidad de buscar apoyo profesional y educarse en el consumo variado y equilibrado de los alimentos”. Esto permitiría cubrir las necesidades de aquellos nutrientes que no van a ser aportados por las fuentes habituales o bien, pueden incluir algún suplemento nutricional.

Por las características de la dieta vegetariana, quienes la siguen pueden presentar déficit de nutrientes, proteínas, calcio, hierro y vitamina B12. “Esto se puede evitar con el consumo de alimentos fortificados, como cereales para el desayuno, leche de soya, carne vegetal, entre otros”, comenta la nutricionista.

A su vez, la dieta vegetariana presenta algunos beneficios, destaca Evelyn Muñoz pero no se sabe con certeza cuántos de ellos son exclusivamente atribuibles a la dieta o si también se relacionan con un estilo de vida más saludable, propio de estas personas. Según investigaciones, se vincula con menor riesgo de padecer enfermedades crónicas, como Diabetes Mellitus II y enfermedades cardiovasculares. Los vegetarianos suelen presentar además, niveles más bajos de colesterol sérico que los que no los son, menos incidencia de hipertensión, menor tasa de mortalidad por cáncer y obesidad. También tienen un 50% menos de prevalencia de litiasis renal y biliar, y de diverticulosis.

No existen estudios concluyentes que indiquen que una dieta vegetariana deba privilegiarse sobre una dieta saludable, dice la profesional. “Lamentablemente quienes consumen todo tipo de alimentos, por lo general, se exceden sobre las recomendaciones y pierden uno o más de los tres pilares de una alimentación adecuada: variada, equilibrada y suficiente”, concluye Muñoz.










lanacion.cl

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