11 jul 2012

Histamina: Cuando detrás hay una alergia

Histamina: Cuando detrás hay una alergia. Y es que la histamina, al igual que es una molécula esencial, también puede ser la causa que origine una alergia alimentaria. Esto es debido a que, en algunos casos, al consumir determinados alimentos nuestro organismo responde con la producción de más histamina. El aumento de los niveles de esta molécula se puede deber tanto a la ingesta de alimentos con alto contenido en histamina como debido a que nuestro organismo no es capaz de metabolizar las reservas y tiende a su acumulación produciendo efectos adversos sobre nuestra salud. Pero, ¿dónde se encuentra la histamina?

¿Qué es la histamina? Es una molécula esencial, en términos médicos una amina biógena que se forma por efecto de las enzimas de los microorganismos. ¿Cuándo podemos hablar de alergia producida por la histamina? Cuando tomamos determinados alimentos, fundamentalmente pescados, embutidos o quesos, nuestro organismo tiende a producir más histamina. Si en esta producción interviene la denominada inmunoglobulina E (IgE) estaremos antes una alergia alimentaria. Si, por el contrario, en el aumento de los niveles de histamina no interviene la IgE estaremos ante una histaminosis alimentaria no alérgica. Un trastorno que se suele manifestar con síntomas tales como dolores de cabeza o migrañas, estreñimiento, hinchazón abdominal o calambres. En algunos casos también se puede asociar con un mayor riesgo de aborto espontáneo. El mejor tratamiento es la dieta terapéutica.

La histamina está presente en muchos alimentos, aunque destaca el pescado, tanto fresco como en conservas (anchoas, sardinas, atún o boquerones, entre otras variedades).

Según la Sociedad Española de Seguridad Alimentaria, la histamina está presente en diversos tejidos del cuerpo y cumple además funciones fisiológicas esenciales. Entre otras, regula la secreción gástrica de ácido, actúa como neurotransmisor en el sistema nervioso central o media en la respuesta de hipersensibilidad a las alergias. El desequilibrio entre la histamina consumida y la liberada, o la que nuestro cuerpo es capaz de metabolizar, genera efectos adversos (digestivos, cutáneos, cardiovasculares). Los problemas para metabolizar la histamina suelen deberse a que la enzima responsable, DAO (Diamino Oxidasa) se vuelve perezosa.

Alimentos ricos en histamina

La histamina está presente en todos los alimentos, aunque su presencia es variable. Los alimentos con mayor contenido en histamina son los embutidos, ciertas bebidas alcohólicas (cava, champán), quesos y leches fermentadas, semiconservas de pescado, productos vegetales fermentados o vinagre balsámico, entre otros. A otros alimentos, como el marisco o el chocolate, se les atribuyen efectos liberadores de histamina, por lo que también es aconsejable moderar su consumo.

Intoxicación histamínica


Picor, enrojecimiento de la piel, dolores de cabeza o diarreas son los síntomas más comunes de la intoxicación histamínica, provocada en la mayoría de los casos por una conservación (a más de 15 grados) y manipulación inadecuada del pescado. Síntomas que se pueden agravar con calambres, vómitos, sofocos o trastornos respiratorios. A diferencia de las reacciones alérgicas por histamina, la intoxicación es un problema puntual, es decir, no tenemos que prescindir o reducir el consumo de un alimento que, en un determinado momento y por motivos de conservación, nos ha provocado un trastorno de salud.

/ellahoy

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