13 ene 2010

Consejos para gozar de buena salud


La salud es lo más importante en el ser humano. Por ello, para vivir en forma durante mucho tiempo, no hay nada mejor que la prevención, es decir, llevar una vida sana a diario.

Te lo contamos todo, punto por punto, para que goces de una buena salud siempre.

Equilibrar la alimentación


¿Por qué? Todos los estudios lo confirman: una alimentación variada y equilibrada es un factor de prevención contra el cáncer, las enfermedades cardiovasculares, la osteoporosis, la obesidad y la hipercolesterolemia.

¿Cómo? Siguiendo un programa de nutrición saludable:
>Aumentar el consumo de frutas y verduras hasta alcanzar por lo menos las 5 raciones diarias.
>Consumir alimentos que aporten calcio (productos lácteos, principalmente, verduras y agua mineral rica en calcio como complemento) para consumir las cantidades diarias recomendadas, es decir, 3 productos lácteos al día.
>Limitar el consumo de grasas, sobre todo las saturadas (carne, charcutería, queso, bollería, etc.).
>Aumentar el consumo de féculas que contienen almidón, como los cereales completos.
>Limitar el consumo de azúcar y de alimentos ricos en azúcares (refrescos, bombones, mermelada, chocolate, etc.).

¡Adiós a las bebidas acohólicas!

Permanecer sobrios


¿Por qué? El alcohol es hipercalórico (1g = 7 Kcal) y se esparce por todo el organismo antes de ser convertido por el hígado en una molécula tóxica. Un consumo elevado de alcohol puede provocar cáncer (de boca, faringe, esófago, colon, recto, mama, etc.) y aumentar el riesgo de mortalidad general, sobre todo cerebrovascular.

¿Cómo? ¡Con moderación! Es preferible consumir bebidas poco alcohólicas en lugar de alcoholes fuertes o secos mezclados con refrescos. Hay que beber despacio y dejar el vaso entre sorbo y sorbo. Tómate una copa por gusto y un vaso de agua para calmar la sed. No superes el equivalente a dos vasos de vino de 10 cl o dos cervezas de 25 cl o 6 cl de alcohol fuerte por día. Si estás embarazada no hay opción: no bebas.

Desconfía del sol

¿Por qué? Las exposiciones prolongadas agotan el capital solar, aceleran el envejecimiento cutáneo y el riesgo de sufrir de cataratas aumenta. Tanto los UVA como los UVB son cancerígenos.

¿Cómo? Evita las exposiciones entre las 12 h y las 16 h. No te expongas al sol sin crema de índice de protección solar elevado y renueva las aplicaciones con regularidad. Ponte gafas de sol protectoras, sobre todo en la nieve y el mar, donde la reverberación del sol es importante.

Renunciar al tabaco

¿Por qué? Además de las patologías cardiovasculares y los cánceres, el tabaco tiene muchos riesgos para las mujeres: combinado con la píldora favorece la formación de coágulos, daña las paredes de los vasos y las estrecha, aumenta el riesgo de flebitis y trombosis, precipita la descalcificación, multiplica los riesgos de embarazo extrauterino, de partos psicológicos, prematuros, cesáreas y retrasos en el crecimiento del feto.

Haz ejercicio


¡Muévete!

¿Por qué? Está demostrado que a mayor gasto energético por medio del ejercicio físico menor riesgo de enfermedades cardiovasculares, diabetes de tipo II, obesidad, cáncer y osteoporosis. Una actividad deportiva regular mejora también la silueta, el bienestar y la autoestima.

¿Cómo? Podemos ser activas sin ser deportistas y movernos sin tener que modificar nuestro estilo de vida. Practicar por lo menos una media hora de marcha rápida diaria o algo equivalente es suficiente. No dudes en realizar andando los trayectos cortos, descender del autobús o del metro una parada antes, hacer la compra a pie en lugar de en coche, no subir por las escaleras mecánicas ni en ascensor, etc., y el fin de semana programa alguna actividad: bici, patines, paseos, piscina, etc.

Revisiones médicas

¿Por qué? Ya lo dice el refrán: «Más vale prevenir que curar». Además, una enfermedad detectada a tiempo tiene más oportunidades de ser curada. Sólo hay que someterse a sencillos exámenes médicos.

¿Cómo? Házte un chequeo (análisis de sangre, toma de tensión, etc.) cada dos años como mínimo. Ve al ginecólogo una o dos veces al año; al oftalmólogo una vez cada dos años; al dentista una vez al año y al dermatólogo también, una vez al año.

enfemenino.com

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