LOS CUENTOS DE PAPÁ
El primer deber del amor es trabajar para que los hombres sean mejores
Había una vez un señor muy importante y muy ocupado, que trabajaba mucho y llegaba muy tarde a su casa.
A su hija le gustaba mucho que le contara cuentos antes de dormir, pero sólo podía hacerlo los domingos por la noche.
Una vez se le ocurrió una idea. Compró un moderno grabador, grabó los cuentos en un casette, y le enseño a sus hija cómo se manejaba el aparato. La chiquita escuchó los cuentos durante toda la semana, y el domingo su padre le dijo:
- Ya que tienes el cuento grabado, voy a aprovechar para hacer unas cosas que traje de la oficina.
- Por favor, papá, cuéntame el cuento.
- ¿Por qué? Si es lo mismo, ¿acaso no escuhas el mi voz en el grabador?
Sí, es tu voz pero el grabador no me acaricia el pelo mientras me duermo.
"El amor es para el nió lo que el sol para las flores. No le basta el pan, necesita caricias para ser bueno y para ser feliz."
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