23 dic 2009

La Cerveza no engorda ¿Mito o Realidad?

Se ha comprobado que el consumo moderado de cerveza no incrementa el peso corporal e incrementa los niveles del llamado colesterol bueno.

Al menos eso parece desprenderse de las conclusiones de un estudio del Grupo de Inmunonutrición del Departamento de Metabolismo y Nutrición del Instituto del Frío del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

El estudio, que ha sido presentado en el marco de un curso de inmunonutrición que se celebra esta semana en Tenerife, ha valorado el efecto de un consumo moderado de cerveza, el equivalente a 330 mililitros por día en mujeres y 660 en hombres, sobre diferentes parámetros relacionados con el síndrome metabólico y otros como la respuesta inmunológica del organismo.

La investigación se llevó a cabo sobre 57 voluntarios sanos que durante un mes estuvieron sin consumir ninguna bebida alcohólica y durante el siguiente mes consumieron de forma moderada cerveza, el equivalente a lo que se define como consumo moderado de alcohol.

Como conclusiones, se observó que no se produjeron cambios significativos en el perímetro de cintura, niveles de glucosa ni triglicéridos; si bien se apreció una mejora de los niveles de colesterol bueno tanto en hombres como en mujeres, lo que se traduce en la mejora de la salud cardiovascular.

Un mito falso

Con respecto a los niveles de masa corporal, durante el mes en el que se consumió cerveza de forma moderada, no se registró ningún aumento ni de peso ni de índice de masa corporal, tanto en hombres como en mujeres. Además, el consumo moderado de cerveza durante un mes no modificó los hábitos alimentarios de las personas que se sometieron al estudio.

De hecho, la aportación calórica de la cerveza es muy inferior a la de otras bebidas alcohólicas (una caña de 200 mililitros aporta 90 kilocalorías) y similar a la de bebidas refrescantes a base de cola o extractos de fruta.

 Efecto cardioprotector

El organismo humano no posee ningún sistema enzimático capaz de degradar la molécula de colesterol. Su exceso debe ser eliminado a través del hígado por vía biliar, y es necesaria la existencia de una ruta metabólica que transporte el colesterol sobrante de los tejidos periféricos hacia el hígado. Esta vía de transporte está a cargo del colesterol bueno, por lo que una elevación de estas lipoproteínas de alta densidad inducida por el consumo de alcohol se convierte en uno de los componentes esenciales para evitar la formación de placas de ateroma y de ahí su efecto cardioprotector.

Para la doctora Julia Wärnberg, colaboradora del Grupo de Inmunonutrición del Instituto del Frío del CSIC y coautora del estudio, "durante el periodo de consumo moderado de cerveza, se comprobó una elevación de los niveles de HDL o colesterol bueno y, por lo tanto, podría ejercer un efecto cardioprotector, como muchos estudios señalaron anteriormente". Tras la experimentación, también se observó que un consumo moderado de cerveza en adultos sanos no produce ningún tipo de alteraciones en los marcadores hepáticos.

La cerveza y el sistema inmunologico


Si bien es sabido que el consumo de alcohol excesivo deprime el sistema inmune, del estudio se desprende que el consumo moderado de cerveza en adultos sanos puede tener ciertos efectos beneficiosos sobre la respuesta inmune. Además, se observó un aumento de los leucocitos (glóbulos blancos) y linfocitos, así como una tendencia generalizada al incremento de linfocitos T.

Durante el periodo de experimentación, se observó también una mejora significativa de los parámetros de la serie roja (hematíes, hemoglobina y hematocrito) tras el consumo moderado de cerveza, en comparación con la situación de partida. Este hecho se aprecia con mayor relevancia en el grupo de mujeres que en el de hombres. Valores anormales de estos parámetros podrían producir sintomatologías de anemia.

Después del ejercicio.... ¿Cerveza?

La cerveza es una buena opción para rehidratarse tras realizar ejercicio físico, incluso mejor que algunas bebidas isotónicas, ya que todos sus ingredientes son de origen natural (agua, cebada y lúpulo) y no químico, según la opinión de varios expertos en nutrición y deporte que participaron esta mañana en la mesa redonda Cerveza. Nutrición y Deporte que tuvo lugar en el INEF de la Universidad Complutense.

Además de su alto poder de hidratación, ya que el 95 % es agua, la cerveza también es rica en antioxidantes naturales, en fibra, en vitaminas del grupo B y C, en minerales y en folatos, buenos para combatir la anemia.

Su contenido en calorías es más bajo que el de la mayoría de los refrescos -unas 14 calorías por 100 mililitros en la cerveza sin alcohol y unas 90 calorías una caña con alcohol-, menos que las de un yogur azucarado.

A la luz de estas cifras, el doctor Juan Antonio Corbalán, cardiólogo y ex jugador de baloncesto, aprovechó para desterrar la creencia popular de que "la cerveza engorda". "Yo soy un defensor de la cerveza con alcohol. Creo que es compatible una vida sana con unas mínimas alegrías, siempre y cuando nos mantengamos dentro de un consumo adecuado, moderado", añadió.

Asimismo, destacó el "equilibrio de componentes" que posee la cerveza, que además de pocas calorías, tiene poca sal y azúcar y no tiene grasas saturadas, lo que la convierte "casi en un alimento que ofrece grandes momentos de placer y que no resulta nocivo".

Consumo recomendado: Entre 1 y 2 cañas al día para las mujeres, y entre 2 y 3 para los hombres (sólo en adultos sanos, con dieta saludable y que no tomen medicamentos contraindicados).
 
Calorías: Una cerveza contiene 90 calorías, aproximadamente lo mismo que una manzana.
 
Contraindicaciones: Las personas con ácido úrico y quienes tomen medicación contraindicada con el alcohol no deben consumirla.
 
Advertencia: El consumo moderado de cerveza debe ir acompañado de una dieta saludable y de ejercicio moderado (30 minutos diarios).

alimentacion-mexico.com

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